Mientras sigue el debate sobre la ética de la modificación genética de embriones humanos, científicos de China han llevado a cabo con éxito el procedimiento por segunda vez en la historia. En esta ocasión, el equipo utilizó la herramienta de edición genética CRISPR/Cas9 para intentar crear embriones resistentes al VIH.
Este último informe pone de manifiesto tanto los beneficios como los peligros de modificar los embriones a nivel genético: podrían llegar a utilizarse para combatir o incluso prevenir enfermedades y discapacidades, pero también podrían allanar el camino a los «bebés de diseño» con características cultivadas a medida. Por no hablar de que abriría la puerta a toda una serie de efectos secundarios biológicos no deseados que aún no hemos considerado.
Gobiernos
Los gobiernos de todo el mundo se apresuran a establecer normas éticas, y este segundo experimento -al igual que el primero, llevado a cabo por un equipo diferente en China- tuvo que realizarse bajo algunas directrices estrictas. En primer lugar, los científicos de la Universidad Médica de Guangzhou tuvieron que utilizar embriones no viables, incapaces de convertirse en seres humanos vivos.
En esta ocasión, el equipo de investigación recogió 213 óvulos humanos fecundados de 87 pacientes de una clínica de fertilidad, óvulos inutilizables para la fecundación in vitro y que habían sido donados para la investigación. Utilizando CRISPR, insertaron una mutación natural en los genomas de los embriones en un intento de hacerlos resistentes al virus del VIH.
«Algunos humanos portan de forma natural esta mutación (conocida como CCR5Δ32) y son resistentes al VIH, porque la mutación altera la proteína CCR5 de forma que impide que el virus entre en las células T que intenta infectar», explica Ewen Callaway para Nature.
Nature
Según un informe publicado en la revista Nature, finalmente se modificaron 26 embriones humanos mediante este proceso, y cuatro de ellos fueron modificados con éxito. De los demás, un número significativo mostró signos de mutaciones no deseadas, lo que demuestra que aún estamos lejos de poder realizar este tipo de edición genética de forma fiable y segura. Todos los embriones del experimento fueron destruidos al cabo de tres días.
La tecnología CRISPR puede ser increíblemente prometedora, ya que permite a los científicos localizar secciones de ADN defectuosas y sustituirlas si es necesario, pero su precisión sigue siendo sospechosa.
Otra de las preocupaciones planteadas por los opositores a la edición genética es que podría producir efectos secundarios más adelante que no podemos imaginar. ¿Merece la pena correr el riesgo de erradicar definitivamente las enfermedades genéticas que nos incapacitan? Esa es la pregunta que está en el centro de la cuestión.
«Los resultados son a la vez reconfortantes e inquietantes«, dijo a The Verge el químico biológico Peter Donovan, de la Universidad de California, que no participó en la investigación. «La buena noticia es que la técnica funcionó para este grupo de la misma manera que lo hizo para el primer grupo. Esto indica la reproducibilidad de la ciencia… Sin embargo, este grupo de investigadores también reprodujo otro hallazgo descrito por el primer grupo, a saber, que este tipo de edición de genes también causa efectos fuera del objetivo.»